¿Existen realmente estas etiquetas? Sí. Si nos planteamos
la pregunta de esta manera está claro: ¡Sí existen! Yo creo que sí que existen,
pero ¿por qué?
Generalmente, al aprender algo desde pequeño se te cuela
más hondo que si lo aprendes de mayor. Esto es gracias a la gran capacidad de
asimilación que tienen nuestros peques, la misma que nosotros tuvimos hace años.
Y aquí la única diferencia entre unos y otros es que unos son esponjas y otros fueron esponjas. Es decir, los nativos digitales han tenido la suerte
de nacer en la era de la tecnología y de los avances informáticos y, por lo
tanto, pueden aprender a desenvolverse en este mundillo en el mejor momento que
tiene una persona para aprender, en la infancia. En cambio, los inmigrantes
digitales tienen que hacerlo con una obvia mayor dificultad, porque esta
innovación aún no había llegado cuando ellos eran “esponjas”.
Creo que esto es algo que pasará siempre, siempre habrá
algo nuevo que aprender y algo nuevo a lo que adaptarse. Pero también, siempre
habrá un niño que lo aprenda antes que tú (siempre y cuando se lo enseñen
correctamente). Por esto existen y siempre existirán las diferencias generacionales.
Por lo tanto, no creo que estos aspectos sean un mito, ciertamente existen aunque no lo queramos ver. No estamos bajo igualdad de condiciones. Pero esto, ni mucho menos, significa que por que alguien sea un “inmigrante digital” no vaya a tener la capacidad para aprender a usar las nuevas tecnologías, yo creo que con ganas y voluntad todo se puede conseguir. Pero es necesario tener la suficiente valentía para lanzarse a la piscina y no utilizar como escusa nuestra condición.
Un ejemplo claro sería el hecho de aprender idiomas. Un niño aprende un idioma correctamente y en mucho menos tiempo que una persona ya relativamente adulta. Y, aunque con el paso del tiempo este adulto lo consiguiera, siempre le quedaría su querido acento característico que le demostrará siempre al mundo que es inmigrante en esa lengua. Pero eso no significa que no puedas llegar a dominarlo y que dominarlo no vaya a ser útil para ti.
Por otro lado, para que un niño aprenda necesita estar en contacto con lo que quiere o tiene que aprender para que a través de la experimentación constante lo aprenda. En los tiempos de crisis que corren no todas las familias tienen los recursos económicos para mantener a los niños en contacto con las nuevas tecnologías. Estos niños sólo podrían aprender a través de los recursos que proporcione el colegio o alguna posible actividad extraescolar y, en mi opinión, también son nativos digitales. Puede que con menos facilidades y puede que a la larga puedan presentar un mayor grado de dificultad que los que sí han podido disfrutar totalmente y diariamente de los avances. Pero ¿qué sería el mundo sin la diversidad? ¿Y sin las desigualdades?
Sí que existen. ¿Entonces qué? Entonces nada. Es un hecho inevitable, no podemos cambiar nuestra condición por mucho que queramos. Así que... ¿Por qué no ser inmigrantes digitales conocedores o incluso expertos en nuevas tecnologías? El mundo no se va a parar por nadie. Renovarse o morir.
Por lo tanto, no creo que estos aspectos sean un mito, ciertamente existen aunque no lo queramos ver. No estamos bajo igualdad de condiciones. Pero esto, ni mucho menos, significa que por que alguien sea un “inmigrante digital” no vaya a tener la capacidad para aprender a usar las nuevas tecnologías, yo creo que con ganas y voluntad todo se puede conseguir. Pero es necesario tener la suficiente valentía para lanzarse a la piscina y no utilizar como escusa nuestra condición.
Un ejemplo claro sería el hecho de aprender idiomas. Un niño aprende un idioma correctamente y en mucho menos tiempo que una persona ya relativamente adulta. Y, aunque con el paso del tiempo este adulto lo consiguiera, siempre le quedaría su querido acento característico que le demostrará siempre al mundo que es inmigrante en esa lengua. Pero eso no significa que no puedas llegar a dominarlo y que dominarlo no vaya a ser útil para ti.
Por otro lado, para que un niño aprenda necesita estar en contacto con lo que quiere o tiene que aprender para que a través de la experimentación constante lo aprenda. En los tiempos de crisis que corren no todas las familias tienen los recursos económicos para mantener a los niños en contacto con las nuevas tecnologías. Estos niños sólo podrían aprender a través de los recursos que proporcione el colegio o alguna posible actividad extraescolar y, en mi opinión, también son nativos digitales. Puede que con menos facilidades y puede que a la larga puedan presentar un mayor grado de dificultad que los que sí han podido disfrutar totalmente y diariamente de los avances. Pero ¿qué sería el mundo sin la diversidad? ¿Y sin las desigualdades?
Sí que existen. ¿Entonces qué? Entonces nada. Es un hecho inevitable, no podemos cambiar nuestra condición por mucho que queramos. Así que... ¿Por qué no ser inmigrantes digitales conocedores o incluso expertos en nuevas tecnologías? El mundo no se va a parar por nadie. Renovarse o morir.
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